Pintar con rodillo: algunos consejos

Pintar con rodillo: algunos consejos

El rodillo es una herramienta fundamental para pintar las paredes, el techo y grandes superficies. En estos casos, la brocha resulta inadecuada e insuficiente.

La tarea de pintar con rodillo es sencilla, pero conviene conocer algunos trucos.

Para pintar con rodillo, en primer lugar, hay que proveerse de la herramienta que mejor se ajuste al tipo de pared que se pintará y a la clase de pintura que se empleará. La primera regla para elegir el rodillo es que su pelo debe ser más largo cuanto más rugosa sea la superficie. Es decir, para acabados de gotelé u otros irregulares, son recomendables los rodillos de lana u otro material con el pelo más largo posible, dado que deben alcanzar las partes más alejadas.

Si la superficie es lisa, lo conveniente es que el pelo sea corto o, incluso, que carezca de él, como en el caso de los rodillos de espuma. 

 

Consejos para pintar con rodillo

Además de conseguir las herramientas adecuadas, al empezar con la tarea, hay que tener en cuenta varios consejos. Los más importantes se enumeran a continuación:

  • Si el rodillo es nuevo, hay un truco muy simple para quitar los pelos sueltos y todas las impurezas que contenga. Se debe pegar cinta adhesiva sobre su superficie y, al quitarla, la cinta se llevará consigo la suciedad y todas las partículas sobrantes.

  • En el caso de rodillos nuevos o con muy poco uso, se debe evitar introducirlos en seco en la pintura, ya que su capacidad de absorción es muy alta y cargarán una cantidad de pintura excesiva. Es conveniente "pintarlos" con una brocha. Después de esto, el rodillo estará preparado para empaparse directamente en la pintura.

  • La brocha también se debe emplear para pintar los rincones, aristas y recovecos que el rodillo no puede alcanzar. Es importante que esta tarea se realice antes de pintar con rodillo, puesto que, si se ejecuta después, lo más probable es que queden marcas visibles.

  • La primera mano de pintura con rodillo se debe aplicar de modo vertical. Conviene pintar por franjas, cuya anchura sea el doble que la anchura del rodillo. Lo mejor -cuando se pinta una pared- es comenzar por la mitad de la altura, para desde allí subirlo casi hasta el techo  y luego bajarlo casi hasta el zócalo o rodapié. Después de la primera mano, las siguientes sirven para esparcir la pintura; esto debe hacerse un número de veces suficiente, pero no excesivo, ya que hay riesgo de quitar mucha pintura y dejar muy poca sobre la superficie.

  • Se debe procurar que las franjas se solapen, para evitar que queden huecos sin pintura. No obstante, el solapamiento no ha de ser excesivo, para que no haya una acumulación innecesaria de pintura en las intersecciones.

  • La segunda mano se debe aplicar en franjas horizontales. De esta manera, se garantiza una distribución más uniforme de la pintura y se reduce el riesgo de que queden marcas. Si en las partes altas de la pared o en el techo es difícil que las franjas sean transversales, se debe al menos procurar que sean en diagonal, pero no paralelas.

  • Último consejo y muy importante: cubre bien tus muebles y suelos  para que no tengas que limpiar :)


05/05/2014 Actualidad 1572

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